domingo, 6 de noviembre de 2011

Informacion General

El incremento de las enfermedades cardiovasculares es consecuencia de la alta prevalencia de los factores de riesgo como la hipertensión arterial, obesidad, tabaquismo y dislipidemia (aumento del colesterol en la sangre). De hecho, se estima, que este factor es el causante de al menos 4.4 millones de muertes a escala mundial según la OMS.

Entre el 40 y 60% de la población adulta del mundo, según The Interheart Latin American Study, posee niveles de colesterol fuera de los valores estándares, lo que eleva el riesgo de padecer este tipo de enfermedades. El objetivo principal del tratamiento de la dislipidemia es restaurar la esperanza y calidad de vida del paciente a través de tratamientos que logren minimizar el impacto que tienen las alteraciones de los lípidos y así evitar que se presenten eventos cardiovasculares.

En Venezuela, aproximadamente 20% de la mortalidad diagnosticada es consecuencia de las enfermedades cardiovasculares; constituyendo así la primera causa de muerte en la población. Dentro de este tipo de enfermedades el infarto al miocardio tiene la mayor incidencia con 12.87%, según datos del Ministerio del Poder Popular para la Salud.

Las enfermedades cardiovasculares no sólo cobran millones de vidas en todo el mundo sino que también son causantes de incapacidad, situación que genera sufrimiento entre los familiares del paciente; además de mermar su calidad de vida, pues este tipo de tratamiento suele ser muy costoso. Por tal razón, es primordial tomar consciencia y comprender que la prevención cardiovascular es un tema de atención primaria.

Actualmente, en el mercado venezolano existe un gran número de fármacos destinados a ayudar al paciente en la prevención de eventos cardiovasculares y se ha comprobado que las estatinas son una de las mejores opciones para esta condición.

La Rosuvastatina, posee una amplia evidencia científica no sólo en la reducción de cifras de colesterol y manejo integral de la dislipidemia, sino en disminución de eventos cardiovasculares en pacientes, aparentemente sanos (colesterol normal) pero con elevados niveles de proteína C reactiva.

Recientemente la FDA aprobó en EE UU una nueva indicación para Rosuvastatina en prevención primaria de enfermedades cardiovasculares, ya que reduce la posibilidad de sufrir ACV, ataques cardiacos y el riesgo de procedimientos de revascularización en pacientes que no presentan evidencia clínica de enfermedades cardiacas, pero que tienen un riesgo cardiovascular elevado debido a la presencia de factores como la hipertensión arterial, obesidad, tabaquismo y dislipidemia. Asimismo, es la única estatina aprobada en Venezuela para el tratamiento de la aterosclerosis.

Igualmente, es importante que la colectividad evalué su estilo de vida y evite, en lo posible, los factores de riesgo que podrían desencadenar eventos cardiovasculares que arriesgarían sus capacidades y su vida. De igual forma, se recomienda realizar frecuentemente chequeos con un especialista para descartar posibles enfermedades y no automedicarse.

¿Sabemos Lo Que Comemos? Mira Las Etiquetas

Debemos ser más concientes de la importancia que tiene dedicar unos segundos a recabar información sobre el contenido o la composición de los productos que adquirimos en el mercado. Este gesto influye de manera directa en la mejor elección de un alimento, ya que conociendo el contenido podemos, por ejemplo, descartar aquellos que tengan más grasas o sodio, y así reducir o directamente evitar su consumo. Recordemos que la ingesta en exceso de alimentos con alto contenido en grasas saturadas pueden ocasionarnos ateroesclerosis, mientras la abundancia de sal puede dar origen a la tensión alta, factores ambos que pueden incidir negativamente en nuestra salud cardiovascular.

¿Comemos Suficientes Frutas y Verduras?

Por qué no pueden faltar en la mesa
El consumo diario de frutas y verduras, y una dieta equilibrada, son acciones que influyen positivamente en la salud, ya que contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y al desarrollo de la obesidad. Consumiéndolas nuestros organismo logra un aporte importante de:

Vitaminas y minerales escenciales.
Antioxidantes, que protegen las células de los agentes cancerígenos.
Fibra, que ayuda a eliminar a través de la digestión sustancias que pueden ser nocivas y a reducir los niveles de colesterol.

Agua.

Ejercicio, Si.... Pero Con Prudencia

Un estudio concluye que la actividad física intensa podría estar relacionada con un mayor riesgo de padecer arritmias y daño cardiaco. Los expertos recomiendan cautela a la hora de realizar ejercicio físico vigoroso, y sobre todo, someterse a una valoración médica previa para evitar posibles problemas de salud.

Todos sabemos que la práctica de ejercicio de forma continua y moderada es uno de los hábitos saludables claves para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, cuando dicha actividad física es intensa, puede convertirse en un problema para el correcto funcionamiento del corazón. Según un estudio del Hospital Clínic de Barcelona, el ejercicio de resistencia continuado realizado durante años podría provocar alteraciones en la estructura y función cardiaca, creando un sustrato para padecer arritmias.

En esta investigación, publicada en Circulation, se sometió a un grupo de ratas a una hora de ejercicio diario intenso durante 4, 8 y 16 semanas (tiempo equivalente en humanos a un entrenamiento diario durante 10 años), mientras el otro grupo no realizaba ningún tipo de actividad. Los científicos detectaron anomalías en la estructura del músculo cardiaco (fibrosis) en las ratas sometidas al ejercicio intenso. Según los autores, este resultado sugiere “una relación directa del esfuerzo de resistencia realizado durante años de forma continuada con las probabilidades de sufrir una arritmia cardiaca. Ello correlaciona con las observaciones clínicas de una mayor probabilidad de sufrir fibrilación auricular a largo plazo en atletas de resistencia”.

Diferencias entre el ejercicio moderado e intenso
La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos aporta ejemplos del tipo actividad física de acuerdo al esfuerzo que realizamos en cada uno de ellos:

Actividad física moderada (aproximadamente 3-6 MET)

Caminar a paso rápido
Bailar
Tareas domésticas y de jardinería
Caza y recolección tradicionales
Participación activa en juegos y deportes con niños y paseos con animales domésticos
Trabajos de construcción generales (por ejemplo, hacer tejados, pintar, etc.)
Desplazamiento de cargas moderadas (< 20 k) Actividad física intensa (aproximadamente > 6 MET)

Running o carrera continua
Ascender a paso rápido o trepar por una ladera
Desplazamientos rápidos en bicicleta
Aeróbic
Natación rápida
Deportes y juegos competitivos (por ejemplo, juegos tradicionales, fútbol, voleibol, hockey, baloncesto)
Otras actividades: trabajo intenso con pala o excavación de zanjas; desplazamiento de cargas pesadas (> 20 k).
Más control para los deportistas
Los expertos coinciden en que todas aquellas personas que realizan o vayan a iniciarse en un deporte de competición, que implique esfuerzo físico muy intenso, deben ser controlados por especialistas: tener una historia clínica personal y familiar, ser sometidos a exploración física exhaustiva y a pruebas de esfuerzo y electrocardiograma. Todo ello con el objetivo de descartar cualquier problema a nivel cardiovascular que pueda ser mortal. Por otro lado, las personas sanas que quieran realizar un ejercicio físico ligero o moderado no necesitan ninguna evaluación previa.

Ejercicio moderado y continuo
En la FEC hacemos hincapié en que la actividad física debe hacerse de forma continua y moderada para lograr un buen estado de salud, y por supuesto, acompañar dicha actividad con otros hábitos saludables como la dieta equilibrada y el abandono del tabaco. Recordemos que la American Heart Association (AHA) recomienda 30 minutos diarios de ejercicio, cinco veces a la semana. O como mínimo, 150 minutos por semana de ejercicio moderado o 75 minutos por semana de ejercicio vigoroso (o una combinación de actividad física moderada y vigorosa).

Sin embargo, insistimos en que las personas sedentarias que quieran comenzar a realizar ejercicio deben consultar antes a su médico sobre la actividad idónea de acuerdo a su estado físico. Asimismo, aquellas personas mayores de 45 años, con alguna enfermedad cardiovascular o con algún factor de riesgo (diabetes, hipertensión, obesidad) deben ser cuidadosas en este aspecto y no realizar ningún ejercicio sin la supervisión previa de su especialista.

Transposición De Los Grandes Vasos

Es una alteración cardiaca congénita. Consiste en la imposibilidad de los vasos principales (los que salen del corazón hacia los pulmones) de conducir la sangre oxigenada al resto del cuerpo.

¿Qué es la transposición de los grandes vasos?
Normalmente, la sangre pobre en oxígeno circula desde el cuerpo hacia el corazón (ventrículo derecho), y luego, a través de la arteria pulmonar, se dirige hacia los pulmones donde recibe oxígeno. La sangre ya oxigenada regresa desde los pulmones hacia el corazón (ventrículo izquierdo), y a través de la aorta, se dirige hacia todo el cuerpo.

En la transposición de grandes vasos, la arteria pulmonar sale del ventrículo izquierdo y la aorta del derecho, alterándose por tanto la circulación normal de la sangre de forma muy importante:

La sangre pobre en oxígeno que llega al ventrículo derecho vuelve a todo el cuerpo.
La sangre recién oxigenada en los pulmones que llega al ventrículo izquierdo vuelve de nuevo a los pulmones, formándose dos circuitos separados.
Con frecuencia aparecen otros defectos cardiacos asociados que, paradójicamente, son los que permiten que sobreviva un niño con transposición de los grandes vasos. Un ductus arterioso permeable o una abertura en los tabiques auricular o ventricular pueden hacer que la sangre de un circuito se mezcle con el otro, permitiendo así que logre oxigenarse.
Causas
La transposición de los grandes vasos es el segundo defecto cardiaco congénito más frecuente que ocasiona problemas en la infancia temprana. Entre 5 y 7 por ciento de todos los defectos cardiacos congénitos son por esta causa, y afecta principalmente a varones. Su origen es desconocido, al igual que la mayoría de defectos cardiacos congénitos, aunque hay algunos factores relativos a la madre que se asocian a una mayor frecuencia de aparición de estas alteraciones:

Rubéola durante el embarazo.
Mala nutrición.
Alcoholismo.
Edad avanzada.
Diabetes.
Síntomas
Los síntomas aparecen en el momento de nacer o muy poco después, y la gravedad depende de los defectos cardiacos asociados (que son los que permiten la oxigenación de la sangre del recién nacido). Los niveles bajos de oxígeno hacen que el bebé se vuelva cianótico (azul) y que aparezca dificultad respiratoria.

Diagnóstico
El diagnóstico es posible realizarlo antes de nacer mediante las ecografías rutinarias que se hacen a todas las embarazadas. En el momento del nacimiento se detectará mediante la auscultación de un soplo y la presencia de un color azulado en piel y mucosas del recién nacido. El diagnóstico de confirmación lo da la ecografía cardiaca.

Tratamiento
Al bebé se le administrará un medicamento llamado prostaglandina para evitar que se cierre el ductus y permitir así que se oxigene la sangre. Puede ser necesaria la realización de un cateterismo cardiaco para crear o ampliar la comunicación entre las aurículas y que se produzca la oxigenación de la sangre (procedimiento llamado septostomía).

Dentro de las dos primeras semanas de edad, la transposición de los grandes vasos se reparará quirúrgicamente a través de un procedimiento llamado intercambio o switch arterial. La aorta es desplazada desde el ventrículo derecho hacia su lugar normal en el ventrículo izquierdo; por su parte, la arteria pulmonar se intercambia y se coloca en el ventrículo derecho. Las arterias coronarias también se intercambian en este procedimiento.

Pronóstico
La transposición de grandes vasos tiene mal pronóstico si no se realiza la cirugía correctiva. Después de ésta hay una mejoría de los síntomas y los niños crecen y se desarrollan normalmente. En cualquier caso, un cardiólogo pediátrico debe realizar el seguimiento para evaluar y controlar cualquier posible problema cardiaco.

Ductus Arterioso Persistente

El ductus arterioso es un pequeño vaso que comunica la aorta con la arteria pulmonar favoreciendo un “shunt” pulmonar-sistémico en la vida fetal. En la mayoría de los niños el ductus se cierra durante los primeros tres días de vida. Curiosamente, el ductus es dos veces más común en mujeres que en hombres.

Causas
Algunos recién nacidos tienen más probabilidades de padecer un ductus arterioso permeable, especialmente los bebés prematuros. Los niños que nacen con problemas respiratorios pueden tener dificultades para aumentar la presión dentro de los pulmones y cambiar el flujo sanguíneo. El ductus arterioso permeable es un defecto cardiaco congénito común y puede aparecer junto con otros defectos cardiacos.

Síntomas
Los bebés con un ductus pequeño pueden no presentar síntomas observables. Sin embargo, aquellos con aberturas grandes sí suelen padecerlos. Los signos más comunes del ductus arterioso permeable son:

Dificultad para respirar
Cianosis (color azulado de la piel)
Retraso en el desarrollo
Cansancio
Soplo cardiaco
Cardiomegalia (agrandamiento anormal del corazón)
Diagnóstico
La exploración física es fundamental, en especial, la auscultación del corazón para determinar si hay un soplo cardiaco característico, algo muy común con el ductus arterioso permeable. Los procedimientos de diagnóstico pueden incluir el electrocardiograma, radiografía de tórax, ecocardiograma, y en ocasiones, cateterismo cardiaco cuando se sospecha la existencia de otros defectos asociados.

Tratamiento
El tratamiento específico del ductus arterioso será determinado por el médico basándose en la edad del paciente, la gravedad de la enfermedad (ductus pequeño o grande) y los síntomas que presente.

Los ductus arteriosos permeables pequeños pueden no requerir tratamiento o cerrarse espontáneamente.

En bebés prematuros se suele administrar una droga similar a la aspirina, llamada indometacina. Se ha comprobado que la indometacina es muy efectiva para hacer que se cierre el ductus arterioso permeable.

Si el ductus arterioso permeable no responde al medicamento, en algunos casos es necesario cerrarlo percutáneamente (con un cateterismo) o con cirugía.

Síndrome De Marfan

Tiene un origen genético y suele provocar alteraciones en los ojos, el esqueleto, el corazón y en los vasos sanguíneos. La esperanza de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad ha aumentado mucho.

Descripción
El síndrome de Marfan es una enfermedad que afecta el tejido conectivo. El tejido conectivo está formado por las proteínas que le brindan apoyo a la piel, los huesos, los vasos sanguíneos y otros órganos, es decir, sirve como "pegamento" de todas las células, dando forma a los órganos, músculos, vasos sanguíneos, etc. También tiene otras funciones importantes como el desarrollo y crecimiento, antes y después del nacimiento, y la amortiguación de las articulaciones.

Causas
El síndrome de Marfan es una enfermedad causada por una alteración genética en el cromosoma 15. Generalmente la enfermedad se transmite de padres a hijos a través de los genes, pero también puede aparecer como resultado de una mutación genética espontánea. De hecho, en el 25% de los enfermos con síndrome de Marfan ninguno de los padres lo padece. Esta enfermedad afecta tanto a hombres como a mujeres. Y, como el defecto genético puede ser transmitido a los niños, las personas que lo padecen deben consultar al médico antes de tener hijos.

Síntomas
La expresión del gen es variable, es decir que una misma familia puede tener diferentes características y presentar distintos grados de gravedad. Aun así, la enfermedad afecta principalmente a los ojos, el esqueleto, el corazón y los vasos sanguíneos, aunque pueden aparecer alteraciones a otros niveles:

El esqueleto. Las personas con el síndrome de Marfan a menudo son muy altas y delgadas, tienen articulaciones muy flexibles. Además pueden tener huesos que son más largos de lo normal, la cara larga y estrecha, el esternón abultado hacia afuera o que forma un hueco hacia adentro, desviaciones de la columna vertebral, etc.
El corazón y los vasos sanguíneos. La mayoría de las personas que tienen el síndrome de Marfan tienen problemas del corazón y los vasos sanguíneos. Uno de los más importantes es la dilatación de la aorta por la debilidad de su pared, pudiendo incluso llegar a desgarrarse o romperse. También pueden aparecer problemas a nivel de las válvulas del corazón (insuficiencia aórtica o prolapso valvular mitral).
Los ojos. La miopía, el glaucoma, las cataratas, la dislocación de uno o ambos cristalinos del ojo o el desprendimiento de retina, son los problemas más comunes que suelen tener las personas con el síndrome de Marfan.
Diagnóstico
Es difícil de detectar en la infancia debido a que muchos de los niños tienen un peso y una talla normales. Además, muchas de las alteraciones que conforman este síndrome son de presentación más tardía. Sólo alrededor de un 40 a 60% de los pacientes con síndrome de Marfan presentan síntomas y no hay un test diagnóstico. En la mayoría de los casos se realiza por la evaluación clínica.

Tratamiento
No se ha encontrado una cura definitiva para el síndrome de Marfan, que implicaría reparar el gen que lo causa. Aun así, las personas que lo padecen deben:

Ir al médico periódicamente. Puede ser necesario realizar estudios como radiografías de tórax y una ecocardiografía por lo menos una vez por año para revisar el corazón y su funcionamiento.
Seguir un tratamiento personalizado. Como el síndrome de Marfan afecta a las personas en maneras diferentes, se necesitan diferentes tipos de tratamientos. Algunos pacientes pueden no necesitar tratamiento alguno. Otros pueden precisar betabloqueantes para reducir la frecuencia cardiaca y la presión arterial. En algunos casos (por ejemplo si se forma un aneurisma en la aorta o hay algún problema con las válvulas aórtica o mitral) es necesaria la intervención quirúrgica.
Precauciones mínimas. Los pacientes, normalmente, deben evitar el ejercicio intenso y los deportes de contacto.
Pronóstico
Muchos enfermos con síndrome de Marfan tienen una esperanza de vida de más de 65 años. Es importante que los pacientes aprendan a controlar su enfermedad y vayan al médico periódicamente.